domingo, 5 de enero de 2014

Los sistemas económicos: el capitalismo liberal (s. XIX)


            El capitalismo liberal es la razón por la que la palabra “capitalismo”  ha obtenido esa mala fama que la caracteriza. Este se vive en su máxima expresión, sin leyes que lo regulen y con mano de obra abundante para ser explotada. Este es el período en donde se puede decir que la sociedad está más oprimida, pero también es cuando se hacen algunos de los cambios más importantes en la forma de vivir de la humanidad. Este período es, en cierta forma, inhumano; pero fue necesario.
El esquema teórico del capitalismo liberal
  • Desde el punto de vista jurídico: El sistema capitalista reposa en el principio de la apropiación privada de los medios de producción. Hay una separación entre la propiedad de los medios de producción y el trabajo de ejecución. Este principio trae nuevos problemas:
-          Un mecanismo muy perfeccionado: implica una sustitución de la herramienta accionada por el hombre por la máquina accionada por una fuerza exterior.
-          División del trabajo extendida: dentro de una sola profesión se desarrollarán diferentes especialidades y las tareas se dividen en otras más sencillas.
  • Desde el punto de vista psicológico: El objetivo del productor no es la satisfacción de las necesidades sino realizar la mayor ganancia monetaria posible.
-          Orden de la satisfacción de las necesidades: sólo se satisfacen las necesidades “solventes”. Se sacrifican necesidades vitales en provecho de necesidades superfluas porque estas atraen un beneficio (monetario) mayor.
-          Adaptación entre la producción y las necesidades: la adaptación de las unidades de producción es mucho más difícil que las variaciones oferta-demanda que surgen en el mercado produciendo saturaciones y escasez momentánea debido a la inflexibilidad de los factores capital y trabajo.
El florecimiento del Capitalismo Liberal (principios del siglo XIX)
  •  Resultados económicos:
-          La riqueza y el bienestar logran considerables progresos y alcanzan niveles desconocidos.
-          Aparecen crisis periódicas de superproducción. Este tipo de crisis es de un carácter completamente nuevo. Cada 7 a 10 años se saturan los mercados, lo que produce una caída abrupta de los precios y llevando a las quiebras y el cierre de diversas compañías y fábricas.
  • Resultados sociales: Las crisis periódicas atraen una mayor diferenciación de clases y condiciones de trabajo particularmente defectuosas. Se forma definitivamente la clase de los patronos o capitalistas y la clase asalariada o proletaria. Esto no significa que a lo largo de la historia no haya existido una clase dominante y otra dominada, es sólo que ahora se estructuran como tal. Estas clases se caracterizan por:
-          Función económica: su trabajo en la empresa.
-          Forma de sus rentas: se refiere a la volatilidad del salario o ganancia y su posibilidad de mejora.
-          Sentimiento de una solidaridad de clase: las clases antagónicas se percatan de la oposición de sus intereses y se agrupan en organismos de defensa: sindicatos. La lucha de clases puede ser considerada como un producto del capitalismo. La explotación de niños (desde los 6 años) y mujeres se da gracias que estos aceptan un salario más bajo que los hombre adultos. Un régimen de libertad incontrolada sólo conduce al aplastamiento de una clase por la otra. 

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