viernes, 10 de enero de 2014

Hablemos de nutrición: comer rápido engorda


Por increíble que parezca, es verdad. Muchas personas podrían abogar por la falsedad de esta cuestión, pero se ha demostrado que es cierta. El detalle está en las hormonas de saciedad.

Estas hormonas de saciedad operan en el cerebro, y son las encargadas de transmitir el mensaje "ya puedes parar de comer". Estas hormonas pueden tardar un tiempo en activarse una vez que se comienza a digerir alimentos y, además, no funcionan completamente bien si el sistema nervioso central se encuentra bajo un gran estrés.

Masticar bien la comida y tragar lentamente no sólo le da tiempo a las hormonas de saciedad para que se activen, sino que también reduce el esfuerzo que supone para el sistema nervioso central el digerir la comida, por lo que comiendo lento estas hormonas tienen tiempo de activarse y son más eficaces. El resultado de todo este proceso es que se come sólo lo necesario para el buen funcionamiento del cuerpo.

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