domingo, 19 de enero de 2014

Cómo leer más rápido y comprender mejor: el estudio


A pesar de que se ha comprobado que el ser humano es capaz de percibir una imagen en 1/100 de segundo, el proceso de la lectura es mucho más complejo, ya que la palabra escrita no es el objeto al que se refiere, sino una simple abstracción fabricada por el hombre. Por lo tanto, el cerebro debe de interpretar estas abstracciones, requiriendo un mayor tiempo para asimilar el escrito. De esta forma se ha identificado que para aprender un tema a través de la lectura hacen falta 4 factores determinantes:
1.      Percepción.
2.      Elaboración.
3.      Asimilación.
4.      Retención.

Para ejemplificar mejor esta situación, se puede comparar con la digestión de la siguiente manera: masticar bien (percepción) asegura una buena digestión estomacal (elaboración) que, a su vez, permite una buena absorción y uso del aliento (asimilación), asegurando la supervivencia (retención).
Es importante no confundir la retención con la memorización, ya que esta última es la que se realiza cuando las habilidades de elaboración y de asimilación se han visto reducidas (no es posible relacionar el contenido con algo ya previamente entendido).

Para no olvidar estos factores a la hora de estudiar (y por tanto volver el estudio más rápido y eficiente), se han desarrollado diversas técnicas. A continuación se describirá la técnica 2P L 2R (Prelectura, Preguntas, Lectura, Respuestas, Revisión).

Prelectura
Para realizar esta prelectura, hace falta aplicar las técnicas de salteo descritas anteriormente. Es uy importante reconocer que ediante este primer vistazo de reconomiento el lector se anticipa a lo inesperado de una lectura directa y evita, asimismo, regresiones innecesarias. Además, la elaboración del texto en la mente del lector se ve facilitada ya que los problemas planteados empiezan a clarificarse.
Esta lectura no debe de tomar demasiado tiempo, por ejemplo: un texto de 15 páginas (4500 palabras) debe ser leído en no más de 5 minutos.

Preguntas
El lector deberá escribir en un papel o en un cuaderno cada interrogante que le haya surgido durante la prelectura. Es de utilidad utilizar cada título o subtítulo para formular una pregunta. Por ejemplo, si el título dictara “Logros de Abraham Lincoln”, se formularía la pregunta ¿Cuáles fueron los principales logros de Abraham Lincoln?.
Esta formulación de preguntas, además de despertar la curiosidad, estimula al lector a compenetrarse debidamente en texto. No es lo mismo contestar un cuestionario hecho por otra persona que aquel que uno mismo ha elaborado.

Lectura
A esta altura del proceso, conocidas ya la extensión, dificultad y material del texto, se podrá decidir la manera de leer el capítulo y, con ello, la velocidad a utilizar. Aunque la lectura debe de ser cuidadosa, se debe de sacrificar algo de comprensión por más velocidad. Sin embargo, cuando la velocidad haga sentir incómodo al lector, se debe de reducir para no correr el riesgo de perder la asimilación.
Si durante la lectura se encuentran puntos de interés que fueron omitidos durante el salteo previo, deben de agregarse preguntas relacionadas a esos puntos en la lista elaborada anteriormente.

Respuestas
El lector debe de responder a las preguntas previamente elaboradas en su cuaderno.
Si el lector se encuentra estudiando el tema en solitario, es recomendable que las respuestas se den por escrito, pero si se posee un compañero de estudio, la mejor forma de obtener una perfecta asimilación y retención es el interrogatorio mutuo.
De no saber contestar correctamente una pregunta, se debe de regresar sobre el texto y releer dicha parte.

Revisión
El repaso del contenido deberá de ser efectuado de 2 a 4 días después de terminada la lectura. Este se realizará a modo de salteo y, si se respondió a la preguntas de manera escrita, mediante la lectura del cuestionario. La razón de realizar el repaso en este periodo de tiempo viene dada por la curva de olvido, la cual se ve expresada en las siguientes gráficas:

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