jueves, 16 de enero de 2014

Cómo leer más rápido y comprender mejor: Los sonidos.

Continuando con el tema de la semana "lectura rápida", ahora analizaremos nuevos tipos de impedimentos que nos impiden realizar lecturas veloces. Recordemos que el lector promedio es algo así como un enfermo no consciente de su mal, que, como en su ambiente es mayoría, considera su nivel como normal y admira a las personas que, según su sentir, leen a velocidades elevadas.

Obstáculos de la lectura referentes a los sonidos.


Vocalización: Se refiere a la acción de pronunciar las palabras a medida que están siendo leídas.
Los niños leen, por motivos de aprendizaje, en voz alta; sin embargo, los adultos jamás leen de esta forma y cuando se ven obligadas a hacerlo, se suelen sentir incómodas
La única utilidad de leer correctamente en voz alta viene dada para aquellas personas que, de un modo u otro, se encuentren relacionadas con la oratoria. Por lo tanto, este obstáculo debe de ser evitado siempre que no se desee trasmitir, a forma de oratoria, el contenido a leer.
Existen dos tipos de vocalización:
1.   Consciente: se aplica a aquellos que repiten cada palabra leída al pronuncia a media voz.
2.   Inconsciente: se aplica a aquellos que no articulan los sonidos con la lengua o los labios y que sólo utilizan la laringe. En este caso, las cuerdas vocales vibran sin la intervención voluntaria del sujeto. La mejor forma de detectar esto es colocar la mano en la laringe a la vez que se lee: si se percibe alguna vibración se está vocalizando incoscientemente.
Subvocalización: Se refiere a esa voz que se escucha en la cabeza al leer o pensar. Este obstáculo es mucho más común y más difícil de evitar. 
Para comprender por qué esto representa un obtáculo, es necesario explicar que, tanto la escritura como el lenguaje oral son abstracciones de la realidad, es decir, son herramientas abstractas creadas por el hombre con el propósito de ayudar a la transmisión y comprensión de mensajes. 
Cada una de estas abstracciones necesita tiempo para generarse y ser decodificadas por el cerebro.
Al subvocalizar una lectura, se está usando una doble abstracción (primero con la vista se descifra la palabra, luego se codifica para enviarla al oído, el cual vuelve a decodificar la información para luego ser enviada al cerebro) lo cual genera una pérdida de tiempo inmensa (se duplica, y a veces más, el tiempo requerido para la lectura).

Sin embargo, también existen diferentes tipos de subvocalización, que son:
1.   De repetición: es un eco, algo vacío y sin sentido alguno. Debe erradicarse por nociva y falta de sentido armónico, ya que no es congruente con el proceso de elaboración que exige toda lectura en su faz de comprensión.
2.   Elaborativa: es la buena subvocalización, utilizada en todos aquellos temas de difícil comprensión o que estén escritos de manera extraña. Este tipo de subvocalización ayuda al lector a comprender más acertadamente el material con el que trabaja, ya que piensa, compara con conocimientos anteriores y los relaciona a medida que lee.
Técnicas para evitar la subvocalización
1.   Mientras lee un texto, diga en voz alta los números 1, 2, 3, 4. De esta forma se mantiene ocupado al oído mientras la información de la lectura pasa directamente de la vista al cerebro.
2.   Silbar o tararear buscando causar el mismo efecto que en la técnica número 1.
3.   Escuchar música a un volumen lo suficientemente elevado para que cause el mismo efecto que la técnica número 1.
4.   Autoconvocar la subvocalización elavorativa, mediante la formulación de autopreguntas o la elaboración de una conversación interna mientras se lee. Esta técnica no sólo mantendrá ocupado al oído, sino que también mejorará la comprensión del tema que se está leyendo. Esta es la mejor técnica, pero también la más difícil.

Cabe aclarar que, a excepción de la técnica número 4, estos "trucos" sólo deben de ser realizados mientras se desarrolla la lectura puramente visual, para luego ser suprimidas.

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